viernes, 27 de mayo de 2016

muescas

- háblame -

El miedo a perder,
y el miedo a perderte
después, casi al instante
de haberte encontrado.

- piérdeme -

Y tú, a océanos,
dunas llenas de distancia,
rompiéndome, quebrándome,
sin apenas ser verbo probable.

- mírame -

Tus ojos de césped,
me piden,
¡me ruegan!,
"no corras más sin mí".

- rózame -

Entre bastidores
el océano comenzaba a inundarnos,
y era inevitable
desear ahogarme a tu lado.

- olvídame -

Lo peor de los recuerdos
es cuando no son sólo imágenes.
Maldigo tus huellas
impermeables a las mareas.