miércoles, 30 de mayo de 2012

aínotonom

Y eso es lo que es la monotonía. Gente hacia arriba, siempre la misma gente, siempre la misma cuesta, siempre las mismas circunstancias, siempre los mismos gestos, siempre las mismas situaciones. Gente que sonríe, que llora, que no varía, que está programada, que siempre resulta uniforme, gente y sólo gente. Que escupen en las alcantarillas, que se sobrecogen en la oscuridad, que gritan cuando se sienten libres, que bailan cuando escuchan música, que se suben a los árboles por no bajarse de ellos. Que aparentan, que son felizmente tristes, que guardan un vacío eterno, que creen que el futuro será diferente, que creen en el cambio, el cambio en la monotonía, sin salirse de ella, sin mover un dedo, sin atarse ni soltarse, sin saber lo que es en realidad la felicidad. Que sueñan con sueños, que no son capaces de imaginar un cielo sin azul, que no son útiles ni para ellos mismos, que no son... Que explotan inmóviles, que se esconden en un campo abierto, que desgarran una mirada con una sonrisa y piensan que el sol no brilla más porque en realidad existe algo más que la luna capaz de eclipsarlo. Que bailan y ríen y sienten y creen hacer todas estas cosas porque es lo predispuesto, lo que se supone que deben hacer, que deben volar con los pies en el suelo y ser valientes sin arriesgarse. Gente... Y ahora procederé a explicaros lo que es la monotonía.
¿Cielo azul? Adiós.

viernes, 18 de mayo de 2012

sol y flor

Todo el mundo se gira y abre los ojos, todo el mundo se sorprende, aparentemente. Sé que no es lógico contemplar este tipo de cosas actualmente, todo está desvalorizado, todo ha perdido la esencia, todo carece ya de sentido... y cuando aparece algo que suscita el mínimo interés, que llama la atención aunque sea de manera ínfima, todo el universo se gira de golpe y clava sus miradas... cómo no van a hacerlo ante esta marea, ante este vendaval de diferencias, de personalidad, de humanidad... Y entonces saltas al vacío y te lo encuentras, así, sin más, de frente, y te haces la maldita pregunta, no entiendes la razón por la cual te ha tocado  acompañar a todo eso, no lo entiendes... qué tienes... Probablemente nada. Suerte lo llaman algunos. Quizá, todo esto del karma se cumpla, o, simplemente, alguien debía devolver en sonrisas todas las lágrimas que has derrochado, todo el sufrimiento, el dolor, no se calma si no es con su antítesis, con felicidad, con sueños, con esperanza, con vida...
No te lo preguntes, no dudes de que te lo mereces, no lo hagas, hay momentos en que un rayo de sol entra por la ventana sin actitud perniciosa, simplemente por cortesía, porque en la vida también debe haber signos de amabilidad, de eso, de eso mismo, de sol... Cuando arrancas una flor asegúrate de hacerlo para hacer feliz a otra flor... no está bien arriesgar todo el mundo por una falsa apariencia, no, si tiras el dado no debes confiar en el resultado, pero si tu instinto te dice que debes seguirlo, hazlo... los impulsos son la base de todo. Impúlsate en la vida para superarla, para llegar alto, porque nadie marca el límite, porque quizá ni exista el mismo, porque cuando construímos algo sin techo sólo queremos expresar libertad, sentimientos, aire que entra y sale sin detenerse, que pasa de una persona a otra, que late como tantos corazones que se unen como flores... y entonces escuchas el sonido de una abeja a lo lejos y notas que estás vivo, porque, al fin y al cabo, qué es una abeja, si no vida...
Guárdate todo eso, porque algún día mirarás atrás y simplemente con eso serás feliz, sonreirás y te dirás a ti mismo que has hecho las cosas bien, que la noche no se olvida ya lo sabemos todos... pero olvidar o recordar el sol, es, únicamente, una decisión que tú mismo debes tomar. 

lunes, 7 de mayo de 2012

nieve en el sol

Luna sin constancia
pregunta por tu historia.
Tú, rayo de esperanza,
orden de una vida en revolución.

No cierres los ojos ante la oscuridad,
no existe tal cuando apareces;
polvo en el viento, campanas estruendosas,
deléitanos con tu sonrisa inconcebible.

Eres tú, látigo de almas cansadas,
estrella de corazones vacíos,
voz solitaria rodeada de gente,
color ciego, sonido sordo.

Tú, neón de parpadeo incesante,
fuego y agua mezclados,
electricidad de voz grave,
tú, sólo tú, un ave en el cielo...

jueves, 3 de mayo de 2012

luz y érnagas.

No, en serio, parad ya. Parad de lanzarme, de arrojarme esa tristeza. Sin el sol no hay luz... quiero dos soles y tengo tres. Tres en uno, qué maravilla. Se va y viene, viene y se va. Es tan bonito como ver a un niño sonreír, es tan bonito que no te das cuenta de cuanta belleza estás contemplando, es tan bonito que no te cabe en el alma tanta luz, tantos soles, tantos amaneceres y tantos recuerdos juntos, que explotan, son como una enorme masa de sensaciones que te tragas sin masticar, que te golpean en la cara al girarte, por sorpresa, sin avisar. Y lo agradeces. Agradeces volver a la vida, que ese sol te ciegue, porque aunque no puedes ver sabes que existe, que hay algo que es capaz de hacer que dejes de ver por un segundo, algo que te permite volar y mirar atrás y darte cuenta de lo mucho que has desaprovechado tanta felicidad, tanto amor, tanto brillo que no cesa, que aunque te escondas en una cueva eterna no desaparece, porque es incomparable, es incontrolable, es magnánimo hasta el punto en que por fin caes y ves con claridad, con los ojos cerrados, con esa ceguera, todo negro, pero a la vez todo es luz, todo son sueños por cumplir, ves con claridad que tienes mucho que perder, que algún día todo habrá acabado y que no somos quién de desperdiciar ese sol...
Te sientes débil y eso te da fuerzas, fuerzas para continuar y para levantar la cabeza y para encender tu corazón, simplemente fuerzas... no necesitas más... todo es variable, pero hay cosas que desafían las reglas y todo ese universo de constelaciones es una de ellas... cae una estrella y bailamos porque no sabemos que hacer mientras percibimos todo eso, todo ese mundo nuevo, esa electricidad que nos posee, que nos da vida. Que nos enciende. Y lo demás da todo igual...