miércoles, 30 de mayo de 2012

aínotonom

Y eso es lo que es la monotonía. Gente hacia arriba, siempre la misma gente, siempre la misma cuesta, siempre las mismas circunstancias, siempre los mismos gestos, siempre las mismas situaciones. Gente que sonríe, que llora, que no varía, que está programada, que siempre resulta uniforme, gente y sólo gente. Que escupen en las alcantarillas, que se sobrecogen en la oscuridad, que gritan cuando se sienten libres, que bailan cuando escuchan música, que se suben a los árboles por no bajarse de ellos. Que aparentan, que son felizmente tristes, que guardan un vacío eterno, que creen que el futuro será diferente, que creen en el cambio, el cambio en la monotonía, sin salirse de ella, sin mover un dedo, sin atarse ni soltarse, sin saber lo que es en realidad la felicidad. Que sueñan con sueños, que no son capaces de imaginar un cielo sin azul, que no son útiles ni para ellos mismos, que no son... Que explotan inmóviles, que se esconden en un campo abierto, que desgarran una mirada con una sonrisa y piensan que el sol no brilla más porque en realidad existe algo más que la luna capaz de eclipsarlo. Que bailan y ríen y sienten y creen hacer todas estas cosas porque es lo predispuesto, lo que se supone que deben hacer, que deben volar con los pies en el suelo y ser valientes sin arriesgarse. Gente... Y ahora procederé a explicaros lo que es la monotonía.
¿Cielo azul? Adiós.

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